El cacao peruano proveniente de Monzón (Huánuco), zona históricamente cocalera que ahora apuesta por cultivos alternativos, ha logrado ingresar al competitivo mercado de Japón, donde busca posicionarse entre los preferidos del país oriental.
Así lo dio a conocer José Chuquipul, director de Promoción y Monitoreo de la Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida), al mostrar su entusiasmo ante el interés despertado por este producto, que tiene a Estados Unidos, Alemania y Francia como sus mayores compradores.
“El año pasado se logró poner en Japón chocolates de la zona del Monzón, específicamente de la cooperativa Bella, que trabajó un programa de desarrollo alternativo con nosotros y ya está colocando muestras en ese país. Ojalá esto se incremente pronto”, comentó a la Agencia Andina.
El valle del Monzón, ubicado en la provincia de Huamalíes, identificado largo tiempo como uno de los mayores productores de hoja de coca en el Perú,cultiva cacao de alta calidad desde el 2013. A fines del año pasado, Devida certificó las capacidades de excocaleros de este valle que forman parte de sus escuelas de campo para agricultores (ECA).
“En el Monzón tenemos aproximadamente unas 700 familias involucradas en la producción de cacao como resultado del desarrollo alternativo. Cabe destacar que recién el 2013 logramos entrar en esa zona, tradicionalmente cocalera”.
25,000 familias beneficiadas
Chuquipul detalló que en los 20 años de la estrategia de desarrollo alternativo en el Perú se logró cambiar unas 70,000 hectáreas de hoja de coca por cacao, un producto muy demandado en mercados internacionales.
“El trabajo que desarrollamos involucra a unas 25,000 familias en toda la cadena del cacao, desde su producción hasta su comercialización. Nuestra tarea es promocionar un cultivo alternativo y el cacao es uno de los principales. Queremos que las familias que antes sembraban hoja de coca tengan una economía lícita y un desarrollo sostenible en sus comunidades.”
El experto detalló que durante este tiempo han formado organizaciones que lograron satisfactoriamente exportar a Estados Unidos y Europa y que el interés por conquistar nuevos mercados se mantuvo, como ha pasado ahora con Japón.
“Recordemos que el verdadero chocolate es un alimento y no una golosina, y debe tener por lo menos 35% de concentración de cacao”, resaltó para agregar que es una fuente de antioxidantes que previene la diabetes, la hipertensión y males al corazón, además de reducir el estrés.