En recientes declaraciones la nueva ministra de Agricultura y Riego – MINAGRI, Fabiola Muñoz, ha destacado la importancia del sector agroexportador, poniendo de relieve su capacidad para generar empleo y el uso eficiente del agua, entre otros factores positivos. Según la ministra, la agroexportación es motivo de orgullo para todos los peruanos y peruanas al colocar nuestros productos en el exterior.
Según el último censo agrario (CENAGRO 2012), la pequeña agricultura familiar genera el 83% del empleo en el sector agropecuario nacional, representando en Huancavelica el 67% de su PEA. Este sector aporta el 70% de los alimentos que consumen los peruanos y contribuye al mantenimiento de la agrodiversidad. Así, por ejemplo, un productor de papas nativas en Paucará (Huancavelica), puede cultivar hasta 200 variedades, y un productor de maíz amiláceo canchero de Pichus en la misma región, hasta 15 variedades; ambos en predios que no superan las dos hectáreas de terreno. Esta realidad debería también hacer sentir orgullosa a la ministra, y proponer acciones para mejorar la calidad y rentabilidad de la pequeña agricultura, así como lograr la justa retribución a la labor de cuidado de los recursos, principalmente el agua.
Así como la ministra considera a la exportación como una gran oportunidad para mejorar la pequeña agricultura, en Huancavelica existe gran interés por desarrollar esta alternativa, especialmente por incentivar los cultivos orgánicos destinados al mercado externo, lo que demanda certificaciones del agua y de la sanidad.
Recientemente, el Gobierno Regional de Huancavelica, ha lanzado su programa “Huancavelica la primera región orgánica del Perú y Sudamérica”. A nivel nacional, la región se encuentra entre las tres últimas con áreas dedicadas a una producción orgánica, contando solo con apenas 270 hectáreas certificadas, a diferencia de departamentos como Madre de Dios o Junín que poseen varias decenas de miles de ha en esta condición.
El gran desafío de los departamentos andinos como Huancavelica es el desarrollo de la agricultura familiar, que involucra a dos tercios de los productores agropecuarios de la región, bajo actividades que se caracterizan por una creciente integración al mercado y la pluriactividad familiar, pero con bajos niveles de productividad y rentabilidad, lo que bloquea sus posibilidades de salir de la pobreza. En ese contexto, iniciativas como el impulso de la agricultura orgánica, principalmente para la agroexportación son en principio importantes, aunque no hay que desconocer que las posibilidades de competir con las ventajas comparativas de las que gozan los valles costeños son limitadas para los productores huancavelicanos, tanto por la calidad de sus recursos disponibles como por las dificultades de acceso a mercados y las tecnologías escasamente productivas predominantes.
En este marco, las iniciativas del MINAGRI y del mismo Gobierno Regional, siendo en principio positivas, son en realidad soluciones parciales y distan de una alternativa integral, que es lo que necesita el sector agropecuario de Huancavelica. La región aguarda aún por políticas públicas integrales y efectivas de desarrollo agrícola y rural en general.