La participación de las agroexportaciones en el total de los envíos nacionales, especialmente las no tradicionales, es patente; su dinamismo se traduce en mayores montos vendidos, más inversiones y el incremento de áreas de cultivo.
Esta actividad, que en su mayoría se desarrolla en la costa, también se expande a la sierra y selva mediante programas especializados que lleva a cabo Sierra y Selva Exportadora. La alcachofa del valle del Mantaro es solo un ejemplo de ello.
Sin duda, la expansión hizo que el país logre importantes niveles que lo ubican, por productos, como líder. Tal es el caso de la palta, la uva de mesa y los espárragos, con los cuales se inició el boom agroexportador.
Hoy en día, en el caso de los arándanos, somos el segundo exportador mundial. Este es un caso interesante, pues hace solo 10 años el cultivo era casi inexistente. Es de esperar que la expansión continúe, lo que también conlleva a desarrollar nuevos proyectos hídricos, la conquista de nuevos mercados, el derribo de barreras fitosanitarias, el continuo potenciamiento de entidades como el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), el desarrollo de productos ecológicos y autosostenibles y, por supuesto, el fin de la guerra comercial.
El presidente de Adex, Erik Fischer, expresó su disposición ante las autoridades a fin de impulsar una agenda de consenso que permita al país recuperar su ritmo de crecimiento mediante ese sector.
Estabilidad
Dentro del empresariado privado agroexportador, se considera crucial la estabilidad a los empresarios, pues sus horizontes de inversión son de alrededor de siete años. Gracias a la Ley de Promoción Agraria, regiones de la costa, entre ellas Ica, Lima, La Libertad, Lambayeque y Piura, alcanzaron un buen crecimiento.
“Ahora debemos desarrollar otras de la sierra y la selva”, comentó el líder gremial. Al respecto, Sierra y Selva Exportadora desarrolla programas para insertar a estas regiones en la autopista agroexportadora.
“Una prioridad es formar capacidades dentro de las organizaciones agrarias y forestales de la región, con la finalidad de propiciar y asegurar que los procesos de producción cumplan con los parámetros exigidos para obtener la certificación orgánica”, comentó el gerente general de la entidad, Juan Vega.