Un tubérculo, el jengibre, ha sido el protagonista del más grande repunte en las exportaciones de Perú durante la pandemia. Las ventas al extranjero de este tubérculo aumentaron 168% en los primeros cuatro meses de este año.
Entre las malas noticias que ha dejado en Perú la primera mitad de 2020 por la pandemia de COVID-19, el país tuvo algo qué celebrar. Y es que crecieron las exportaciones de frutas y cultivos no tradicionales, con un inesperado protagonista: el jengibre. Las ventas al extranjero de este tubérculo aumentaron 168% en los primeros cuatro meses de este año.
En las templadas tierras del departamento de Junín, en el centro del país, se cosecha más del 90% del jengibre (también llamado kión) que Perú exportó en el primer cuatrimestre de 2020 con un valor de US$19,1 millones. Eso es casi la mitad de los US$41 millones que exportó el país sudamericano en todo 2019.
“¡Somos el cuarto exportador de kión en el mundo!”, celebró el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), pues las cifras lo colocaron por debajo de China, Tailandia e India. Además de usarse como condimento, en Perú se acostumbra tomar té de jengibre para aliviar los resfriados y la gripe, además de que es consumido por sus propiedades antiinflamatorias.
El Mincetur señaló que esto último explica «el incremento de su consumo dado este escenario de pandemia». Sin embargo, los expertos en salud señalan que no hay estudios que acrediten que el consumo del tubérculo tenga un efecto probado para prevenir o tratar el nuevo coronavirus.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que si bien el consumir un té de jengibre «tiene un impacto positivo en tu salud», no está probado medicamente como un tratamiento contra la covid-19. Las advertencias de los especialistas no han podido frenar la difusión, a través de redes sociales o cadenas de WhatsApp, de mensajes atribuidos a autoridades médicas, incluida la OMS, que lo señalan como un tratamiento aprobado.
FUENTE: El Comercio /BBC