Este 2021 el Gobierno inició con el desarrollo de una de sus promesas de campaña electoral: la segunda reforma agraria. Pero, ¿qué desafíos enfrenta?
Este año el gobierno de Pedro Castillo puso en marcha la segunda reforma agraria, la cual no implicará expropiaciones, sino que se centrará en impulsar la agricultura con capacitaciones e industrialización.
Sin embargo, el investigador de la Universidad del Pacifico, Daniel de la Torre, advierte que llevar esta reforma a cerca de 2 millones de agricultores requiere de una capacidad de gestión que el estado no tiene.
«Yo creo que el objetivo debería ser no una segunda reforma agraria, sino una primera revolución en los servicios que brinda el estado a los productores. Ese sería el gran cambio, que la calidad de los servicios que se brinda a los productores se eleve sustancialmente e involucra crédito, capacitación técnica, insumos, establecimiento de enlaces con el mercado exterior», comentó.
Para los especialistas hay medidas que podrían tener efectos negativos en la población, entre ellas se encuentra el ajuste a la franja de precios, planteado para proteger la producción nacional.
El ex ministro de agricultura, Milton Von Hesse, explicó que este cambio en la franja de precios generaría un aumento en la inflación.
«Múltiples estudios demostraron que subir aranceles a través de bandas de precios no beneficiaban a los agricultores más pobres, no mejoraron la productividad, más bien nos expusieron a sanciones en el mercado internacional. y también castiga al consumidor más pobre porque en virtud de que subes los aranceles los precios internos de los productos de primera necesidad van a terminar subiendo», sostuvo.
Von Hesse también considera que otra medida negativa es expandir la banca estatal para brindar créditos agrarios debido a las malas gestiones que han tenido las entidades estatales.
Pero, además de los cambios que deban plantearse en las medidas presentadas, ¿qué retos quedan pendientes con esta reforma? El presidente de Conveagro, Clímaco Cárdenas, comentó a RPP.
«Necesitamos aterrizar una reforma de fondo que nos permita, por ejemplo, vincularnos de una manera mucho más rápida y eficiente con los gobiernos regionales, los cuales son otros grandes ausentes del desarrollo rural; el cómo vamos a hacer para realizar esos cambios profundos, pero que no solo sea un cambio de sentido, sino que de verdad genere condiciones de desarrollo de mejorar economía en los bolsillos de la gente que más necesita», señaló.
Cárdenas también señala que es necesario acelerar la aplicación de ciertas medidas, como el desarrollo de la planta de fertilizantes en Bayovar.
Además, sostiene que es necesario generar un nuevo presupuesto al sector, el cual tenga una mejor calidad de gasto para impulsar el cierre de las brechas sociales.
por ahora queda pendiente que el gobierno evalúe y dé inicio a la ejecución de medidas para apoyar a los pequeños agricultores, que representan al 97% de productores agrarios y proveen cerca del 70% de alimentos que consumen los peruanos.
FUENTE: RPP