Exviceministro de Energía y Minas, Arturo Vásquez, señaló que si en el 2023 se inicia el proyecto en el 2026 ya se podría contar con la planta.
Mientras aún se aguarda a que se llegue a concretar el proceso de compra de urea, tras tres procesos fallidos , crecen las voces que plantean que el camino a seguir es la instalación de una planta de petroquímica en el Perú para la producción de fertilizantes.
Para el exviceministro de Energía y Minas, Arturo Vásquez, el escenario internacional brinda una oportunidad para que el Perú pueda desarrollar una industria petroquímica para la elaboración de fertilizantes nitrogenados, urea y también nitrato de amonio para la industria de explosivos que utiliza la minería a gran escala en el país.
“Nuestro país reúne condiciones muy ventajosas para una instalación de una petroquímica dado que tiene gas natural a un precio regulado, una infraestructura de transporte que ya está en Marcona, tenemos un ducto y se puede instalar puertos petroquímicos”, expresó.
Vásquez consideró que si está planta se instalará con precio competitivo del gas de camisea, podría abastecer toda la demanda del Perú y quedarían saldo para exportar, lo cual daría valor agregado al gas natural que producimos.
Anticiparse a otros países
El exviceministro de Energía y Minas manifestó que nuestros competidores podrían ser Brasil, Colombia y Argentina así es que el Perú debe adoptar medidas para asegurar que los inversionistas miren primero al Perú.
“Los inversionista podría optar por el Perú si se toman medidas competitivas con respecto a lo que Colombia Brasil o Argentina les puede dar”, añadió.
Subrayó que no se debe esperar demasiado tiempo para poder llevar adelante dicha tarea y el próximo año ya debería de cerrarse un acuerdo así se podría proyectar la construcción de la planta hasta el 2026 y en ese año garantizar el pleno abastecimiento de fertilizantes en el Perú. “Así ya no tendríamos que depender de Rusia hubo otros exportadores”, acotó.
Indicó que una empresa petroquímica que quiera invertir pedirá como mínimo entre 20 y 25 años de contrato porque ese es un plazo aproximado para recuperar la inversión.
Señaló que una opción es generar una especie de licitación anticipada para ver qué postores podrían presentarse o la otra es renegociar los contratos que hay con los contratistas actuales y para ello se tendría que haber un cambio en el marco de la ley orgánica de hidrocarburos.
FUENTE: Gestión