Para Vanda Nunes, experta internacional de SGS, la sostenibilidad se ha convertido en un exigencia de los mercados vinculada con la continuidad de los negocios.
Esta semana se está realizando el II Seminario Internacional Agroindustrial organizado por SGS Perú en Ica, Trujillo y Chiclayo, en donde se vienen abordando los principales desafíos que deben afrontar las empresas agroexportadoras peruanas para continuar teniendo un posición de liderazgo en los mercados internacionales.
Uno de esos retos es la necesidad de adoptar prácticas sostenibles, alineados a los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) planteados por la ONU. Para Vanda Nunes, gerenta de Knowledge de SGS para América Latina, la agroexportación está relacionada con casi todos los ODS; y en tanto los gobiernos les exigen a las grandes marcas cumplir con prácticas sostenibles, ellas hacen lo mismo con sus proveedores.
“Inevitablemente, una empresa agroexportadora termina siendo parte de las cadenas de suministros de las grandes marcas. De modo que para quienes quieran vender en el mercado global la sostenibilidad se ha convertido en una exigencia vinculada con la continuidad de los negocios”, señaló ayer durante la exposición que realizó en la ciudad de Trujillo.
De cara a este reto, la experta en comercio internacional y gestión sostenible afirma que, en principio, la sostenibilidad debe verse como un proceso permanente, sin punto final, que toma en cuenta el marco político-legal, el marco técnico y los mecanismos de gobernanza.
Nunes explicó que, además de la reducción de emisiones del gas efecto invernadero y del cuidado del agua y el aire, hay otros factores que van a convertirse en desafíos para la industria, como, por ejemplo, la gestión de desperdicios a lo largo de toda la cadena de valor.
“Habrá nuevas iniciativas para aprovechar la comida que se desperdicia, que, según FAO y Friends of the Earth, asciende a 1,3 mil millones de toneladas, lo cual representa un tercio de la producción global y podría alimentar 2 mil millones de personas”
Añadió que otros aspectos importantes son la certeza de la fuente y los embalajes. “Lo primero se refiere a proporcionar certeza sobre de dónde provienen los alimentos y cómo fueron producidos, incluyendo en esto el trato a las personas. De otro lado, se vienen trabajando iniciativas para eliminar o reducir envases o el uso del plástico y maximizar el reciclaje”.
Por último, Nunes recalcó la importancia de los reportes para promover la transparencia y la certeza de la información entre las empresas, “desde la pequeña granja hasta el conglomerado internacional, se está convirtiendo en un imperativo para hacer negocios”, precisó.
¿Por dónde empezar?
La experta comentó que no hay una fórmula específica para abordar los retos de la sostenibilidad. “Cada empresa es diferente. Por eso, el primer paso es identificar y priorizar los temas ambientales en los que la empresa tiene control y que son relevantes para sus grupos de interés”
Luego – prosigue – se deben evaluar los temas identificados y priorizados sobre la base de un criterio relevante, que puede ser los ODS u otras normas. Y por último se deben clasificar en temas tangibles como biodiversidad, cambio climático, trabajo justo, innovación, cultura, etc.