¿Qué debe ver Perú ahora y en el largo plazo para superar los retos del cambio climático y variaciones de precio?
Las heladas en Brasil han alertado a la industria, las imágenes de cafetos cubiertos por la escarcha con hojas a punto de caer han aumentado el precio en 30% en una semana. Esto ocurre ahora; cuando Perú avanza en su cosecha y los otros países -fuera de Brasil- revisan sus pronósticos de producción para este 2021.
El precio ha reaccionado alentado por la especulación del impacto de la noticia. Los problemas climáticos contrarrestan la crisis de disminución de los precios como efecto del aumento de la producción de los líderes Brasil y Vietnam. En el último lustro se abarató el café de mayor uso y con ello, todas las calidades de café se vieron afectadas. Además, los avances en cuanto a la tecnología de producción no han sido suficientes para lidiar las heladas, que luego de 27 años se han mostrado con fuerza.
En un mundo que aún se encuentra recuperándose del impacto de la pandemia; el precio resulta un factor sensible, más aún para el consumo del café. El riesgo en el mediano plazo es que se incremente el precio para el consumidor y éste decida reemplazar el café por productos más económicos.
¿Qué sucede en Perú?
La coyuntura de los buenos precios podría afectar el cumplimiento de los contratos fijados con antelación. El productor espera recibir más por su café, pero su cooperativa o empresa toma decisiones a un precio distinto. Hoy más que nunca se necesita ver el corto y largo plazo, sobre todo para un producto como el café que ha sido caja chica y negocio de productores, y cuya situación en el Perú ha estado congelada en la última década: otros países han elevado su producción y productividad en al menos 20%, nosotros no.
En el corto plazo, la satisfacción del precio es como ver en la cima la montaña ya escalada, mientras que, en el largo plazo, se ve una cordillera con subidas y bajadas. Como país debemos racionarnos y fijar un objetivo común; existen esfuerzos que hay que unificar y dirigir. Nuestro café se ha mantenido resiliente gracias al impulso de un férreo trabajo de productores, cooperativas, empresas y, ahora, emprendedores, quiénes pese a la pandemia han creado una vitrina al producto para el consumo local.
¿Qué nos toca hacer? Tener racionalidad de largo plazo y no destruir vínculos comerciales que han costado años laborar: las exportaciones tienen el reto de brindar confianza y seriedad a los clientes externos. Es hora de fortalecer el servicio postventa con sensatez para fidelizar al cliente y ganar no sólo por una compra, sino por todas las que realice en el futuro. Por otro lado, desde casa ya podemos tomar acción e incrementar las ocasiones en las que tomamos café peruano, tenemos la ventaja de vivir en un país productor con oferta propia y autoabastecimiento.
Por: David Gonzales – Coordinador de la Cámara Peruana del Café y Cacao